Ese papel que se nos traspapeló, el correo que enviamos sin revisar, la decisión inadecuada, el comentario indebido… Tarde o temprano, a pesar de nuestra experiencia y mejores intenciones, vamos a cometer un error en el trabajo. ¿Por qué? Por el simple hecho de ser humanos. Y aunque nos gustaría que eso nunca ocurriera, la mejor forma de afrontarlo es reconocer que ocurrió y hacer algo al respecto. De lo contrario, nuestra credibilidad o reputación pueden sufrir las consecuencias.

La forma de afrontar un error es crucial.

Es posible que la cultura de la empresa no se preste a aceptar abiertamente que uno se ha equivocado. Es posible que las consecuencias de nuestra equivocación no sean agradables. Pero la forma en la que uno reacciona y soluciona una situación de este tipo va moldeando el propio futuro en la compañía. A continuación, te presentamos algunos…

Tips para lidiar con los errores de la mejor manera:

1. No te angusties demasiado. Respira y acepta que estos ocurren. Una manera de prevenirlos es no quedarte con dudas cuando te dan alguna instrucción: pregunta y aclara. Hazlo antes de comenzar a trabajar, te ahorrará tiempo y malos entendidos.
2. Cuando cometes un error, no entres en pánico, controla tus emociones antes de reaccionar. Estar tranquilo te ayudará a tomar mejores decisiones.
3. Analiza el problema y busca posibles soluciones. Si es posible que puedas rectificarlo tú solo, actúa de inmediato. Si necesitas apoyo, admítelo cuanto antes. En cuanto lo hagas, se puede empezar a remediar la situación.
4. Habla con tu jefe en privado, discúlpate brevemente. Explícale la situación y las medidas que se han tomado. Sé honesto durante la entrevista, acepta la responsabilidad de lo ocurrido y no busques pretextos. El mensaje que buscas hacer llegar es: “Cometí un error, pero ya estoy trabajando en solucionarlo”. Debes reflejar la imagen de alguien seguro y responsable.
5. Haz lo que sea necesario para resolver la situación, ya sea quedarte más tarde o avisarle a las personas que se verán afectadas. Explícales también la forma en la que se está solucionando.
6. Busca la forma de prevenir que el error no se repita en el futuro.
7. Adapta tu trabajo. Este es un buen momento de hacer un análisis. ¿Hay algo que se te está atorando de manera recurrente? ¿Qué puedes hacer para mejorar?

Tu actitud será clave.

Ya te angustiaste, ya corriste, ya te esforzaste y solucionaste. Es momento de respirar, de ser compasivo contigo mismo. Compórtate y háblate como si estuvieras apoyando a tu mejor amigo. Busca la forma de relajarte y recargar batería y, de ser posible, hazlo parte de tu rutina. No te castigues, no te compares con otros. Enfócate más bien en tu autocrecimiento y desarrollo personal.

Un último consejo: cambia el foco, agradece tu error y velo como una gran oportunidad de aprendizaje. La actitud positiva ante los errores te ayudará a sacarles el mayor provecho y a cometerlos con menos frecuencia.

Conclusión

Afrontar un error en el trabajo es una habilidad que debemos desarrollar y, mientras más pronto, mejor. Empieza a armar tu colección de estrategias para solucionar problemas, seguramente te llegará el momento de usarlas. Trabaja en tu asertividad, comunicación efectiva y resiliencia. Y si por alguna razón las consecuencias son peores de lo que esperabas, quédate con la tranquilidad de que hiciste todo lo humanamente posible para dar una solución.

¿Cómo es la cultura en tu organización? ¿Cuál es la manera de comunicarse y de relacionarse entre todos? Si crees que tus colaboradores tienen miedo de expresar sus dudas o de admitir errores y esto entorpece la solución de problemas, acércate a nosotros. Tal vez unos talleres de liderazgo o de comunicación sean lo que necesitas.