En el mejor de los casos, los principales problemas que enfrentan las organizaciones con relación a los proyectos es no concluirlos en tiempo y forma. Esto trae como consecuencia sobrecostos que afectan directamente al retorno de la inversión estimado (ROI por sus siglas en inglés). 

En el peor de los casos, los proyectos se abandonan y la organización se ve obligada a absorber el monto invertido en ellos. 

Todo ello es consecuencia de no tener una Oficina de Proyectos con la metodología y las herramientas de seguimiento necesarias para llevarlos a buen término.

La Oficina de Proyectos es una estructura de gestión que estandariza los procesos de gobierno relacionados con los proyectos a implementar. Dichos proyectos se derivan de la planeación estratégica de la organización; ésta debe establecer planes tácticos y operativos, priorizar ciertos proyectos y asignarles recursos, definiendo las metodologías, herramientas y técnicas a utilizar.