Por Manuel Guzmán.
Con el paso del tiempo, el coaching organizacional ha tomado mayor relevancia. Dejó de ser una moda y se volvió una herramienta fundamental para el crecimiento de las empresas. Los líderes de ahora comprenden el valor e importancia de contribuir al desarrollo de sus empleados; han tomado conciencia de que tener colaboradores empoderados, confiados y seguros de sí mismos ayuda a que éstos tomen mejores decisiones, alcancen los objetivos estratégicos de manera más eficiente e incrementen su productividad.
De unos años a la fecha, los programas para el desarrollo del personal se han vuelto indispensables. En 2016 Gallup realizó una encuesta cuyos resultados revelaron que el 87 % de los millennials califica como importantes las oportunidades de crecimiento profesional en su trabajo. Esto quiere decir que los empleados necesitan sentir que su empresa les brinda dichas oportunidades, lo que ayuda a reducir la rotación laboral.
Sin embargo, todavía falta camino que recorrer. Más allá de los programas de capacitación tradicionales, las organizaciones necesitan contar con un buen programa de coaching. En algunas empresas los lideres todavía no les ponen suficiente atención y recursos. Y esto puede deberse a la falta de conocimiento, pues se piensa que la capacitación es suficiente.
Por eso, aquí te lo explicamos un poco más a detalle.
¿Qué es el Coaching Organizacional?
El coaching organizacional debe verse como una herramienta de crecimiento de la empresa porque implica un proceso de desarrollo y mejora del rendimiento a través del trabajo con sus líderes, equipos y empleados. Este enfoque se centra en la identificación de objetivos, la resolución de problemas y la promoción de un ambiente de trabajo positivo y colaborativo. Puede incluir una variedad de técnicas y herramientas, como la comunicación efectiva, la gestión del cambio, la toma de decisiones y la planificación estratégica. El objetivo principal es mejorar la eficiencia, la productividad y la satisfacción laboral, lo que se traduce en crecimiento para la organización en su conjunto.
Orígenes del coaching.
El coaching tiene sus raíces en diversas disciplinas y prácticas a lo largo de la historia. Algunos de los orígenes más notables incluyen:
Filosofía antigua: Los filósofos de la antigua Grecia, como Sócrates, utilizaron preguntas y diálogos para ayudar a las personas a reflexionar sobre sus propias creencias y conocimientos. Este enfoque socrático es un componente clave del coaching moderno.
Psicología: Algunas teorías y conceptos de la psicología que han influido en el coaching son: la teoría del aprendizaje, la motivación, el desarrollo personal y la importancia de la empatía y la escucha activa en las relaciones —estos dos últimos, promovidos por el psicólogo humanista Carl Rogers, pionero en el tema.
Deportes: El término “coaching” proviene originalmente del mundo del deporte, donde los entrenadores trabajan con las atletas para mejorar su rendimiento y alcanzar sus objetivos. A lo largo del tiempo, este enfoque se ha adaptado y aplicado a otros entornos de la vida, como el desarrollo personal y profesional.
Desarrollo organizacional: A mediados del siglo XX, las empresas comenzaron a reconocer la importancia del desarrollo del liderazgo y la gestión del talento. El coaching se convirtió en una herramienta popular para ayudar a los empleados a mejorar sus habilidades y alcanzar sus objetivos profesionales.
Programación Neurolingüística (PNL): La PNL es un enfoque de comunicación y cambio personal desarrollado en la década de 1970 por Richard Bandler y John Grinder. Aunque es un campo controvertido, algunas técnicas de PNL han sido adoptadas por los entrenadores para ayudar a sus clientes a cambiar sus patrones de pensamiento y comportamiento.
Por lo aquí expuesto, puede verse que el coaching es una práctica que ha evolucionado a lo largo del tiempo incorporando elementos de varias disciplinas.
Impacto del Coaching organizacional.
El impacto del coaching puede verse en varios aspectos del entorno laboral. Algunos de sus beneficios son:
Desarrollo de habilidades y competencias: El coaching ayuda a los empleados a identificar sus fortalezas y debilidades y a desarrollar habilidades y competencias específicas que les permitan mejorar su desempeño laboral. Esto, a su vez, aumenta su productividad y eficiencia.
Mejora de la comunicación: El coaching fomenta la comunicación abierta y honesta entre los empleados y la dirección. Esto mejora la comprensión mutua, la colaboración y la resolución de conflictos, lo que conduce a un ambiente de trabajo más armonioso y eficaz.
Incremento de la motivación y el compromiso: El coaching ayuda a los empleados a establecer metas claras y alcanzables, lo que aumenta su motivación y compromiso con la organización. Los empleados que se sienten apoyados y valorados tienen más probabilidades de permanecer en la empresa y contribuir a su éxito a largo plazo.
Gestión del cambio: Los coaches pueden ayudar a los empleados a adaptarse a nuevas situaciones ya desarrollar habilidades y estrategias para enfrentar los desafíos que surgen durante los períodos de cambio.
Desarrollo del liderazgo: El coaching es especialmente útil para el desarrollo de líderes y gerentes. Los entrenadores pueden ayudar a los líderes a mejorar sus habilidades de comunicación, toma de decisiones y gestión de conflictos, lo que les permite dirigir a sus equipos de manera más efectiva.
Retención de talento: Las organizaciones que invierten en coaching demuestran a sus empleados que se preocupan por su desarrollo y bienestar. Esto puede aumentar la satisfacción laboral y la lealtad, lo que a su vez reducir la rotación de empleados y los costos asociados con la contratación y capacitación de nuevos elementos.
¿Capacitación = coaching? Falso.
Según Dan Krasinski, la capacitación y el coaching sirven para lograr un aprendizaje efectivo, pero cada uno ofrece distintos beneficios y deben tratarse como tácticas de desarrollo que se complementan entre sí.
La capacitación es un proceso que involucra desarrollar una habilidad específica, se enfoca en transferir conocimiento, es de corta duración y suele diseñarse e implementarse en grupo, por ejemplo cuando al equipo de ventas se le enseña acerca de un nuevo producto o personal médico aprenden cómo realizar un procedimiento.
El coaching, por su parte, es una herramienta de desarrollo que se apoya en tener acceso cercano a una persona con gran experiencia (el coach) y se enfoca a crear conciencia en el trabajador para que encuentre soluciones a los problemas. El coach buscará desarrollar las habilidades y conocimiento previo, tiene un contacto más personalizado y puede enfocarse en el cambio de las conductas de la persona.
Como puede inferirse, cada una de estas estrategias se necesita en diferente momento, pero las estrategias más completas de aprendizaje utilizan a las dos. Si la capacitación es el paso uno, el coaching debe ser el paso dos.
En síntesis:
El coaching organizacional y la capacitación no son lo mismo, se complementan. El coaching es una gran herramienta en las organizaciones, ya que ayuda a los empleados a desarrollar habilidades y competencias necesarias para su trabajo. Además, ayuda a mejorar la comunicación y la colaboración entre los miembros del equipo, lo que puede tener un impacto positivo en la productividad y el rendimiento de la organización en general.
En cuanto al impacto, los estudios han demostrado que el coaching puede aumentar la satisfacción laboral y reducir el estrés en los empleados, lo que puede llevar a una mayor retención de talentos y una disminución del ausentismo.
Y recuerda, si tus empleados necesitan capacitación o coaching, contamos con expertos que te ayudarán a desarrollar los programas adecuados, ya sea para impartir el conocimiento, desarrollar habilidades, disminuir la resistencia al cambio y/o medir los resultados.