Qué es un hábito
Un hábito es una acción que realizamos de forma automática ya que la hemos repetido tantas veces que no necesitamos detenernos a pensar antes de hacerla. Algunos estudios indican que poco menos de la mitad de las acciones que realizamos en nuestra vida diaria caen en esta categoría; por ejemplo: cepillarnos los dientes, tender la cama, lavar los trastes, tomar el llavero antes de salir de casa. Debemos estar atentos para que nuestros hábitos trabajen a nuestro favor y qué mejor si nos ayuden a alcanzar objetivos en el trabajo.
La ventaja de los hábitos es que, están tan grabados en nuestra rutina que no requieren de nuestra atención o esfuerzo y, aún así, la tarea queda realizada. La desventaja es que esa falta total de atención puede llevarnos a cometer errores. ¿Alguien más ha guardado las llaves en el refri, alguna vez? O quizá ha manejado su auto a casa de sus papás cuando en realidad quería dirigirse al parque. Otro punto en contra es que, probablemente, hemos incorporado en nuestra vida diaria hábitos no saludables que nos están perjudicando a diario. Aquí podríamos mencionar ese cigarro que nos fumamos cuando nos sentimos tensos o el pan de dulce que compramos irremediablemente cuando pasamos frente a la panadería de la esquina.
Los hábitos pueden cambiarse
La buena noticia es que los malos hábitos pueden desprogramarse y que acciones nuevas y positivas pueden ocupar su lugar. Quizá muchos piensen que es casi imposible, cuántas veces antes lo han intentado y han fallado. El quid de la cuestión aquí es que, de la misma forma en la que repetimos un acto incontables veces para convertirlo en hábito, ahora habremos de hacer lo mismo con la conducta alternativa con la que buscamos modificarlo o eliminarlo.
No hay que desanimarse, pues expertos ya han avanzado parte del camino, estudiado el tema a fondo y nos dan algunos tips para lograrlo. Este es el caso de James Clear quien, en su libro Hábitos Atómicos, hace hincapié en que:
a) Los malos hábitos se repiten no porque la persona no quiere cambiar sino porque tiene un sistema incorrecto para lograr el cambio.
b) Para alcanzar mejores resultados uno debe enfocarse en el tipo de persona que quiere ser, más que en lo que se quiere lograr.
Los hábitos en el trabajo
Enfoquémonos ahora en el tema de los hábitos en el trabajo. Evidentemente, en este contexto también puede haber buenos y malos hábitos. Los primeros incrementan la productividad y mejoran el flujo de trabajo; son esenciales para un ambiente sano e impactan a nivel personal, en los equipos de trabajo y en la organización en general. Por el contrario, los malos hábitos entorpecen nuestro desempeño y sabotean nuestra labor y la consecución de nuestros objetivos.
10 ejemplos de buenos hábitos en el trabajo
- En relación con el tiempo: puntualidad, cumplir con las fechas límite, respetar el tiempo de otros.
- Desarrollar inteligencia emocional.
- Ser positivo, hablarnos bien a nosotros mismos y proponer soluciones una vez que identificamos un problema.
- Tener una comunicación clara, honesta y efectiva. No tener miedo de hacer preguntas.
- Ser proactivo y tomar la iniciativa.
- Con respecto al orden y la organización: elaborar una orden del día para las juntas, mantener nuestra área de trabajo ordenada.
- Usar mindfulness o atención plena. Limitar las distracciones.
- Cuidarse uno mismo. Tener un estilo de vida saludable. Buscar un balance entre la vida personal y la laboral.
- Hacernos cargo de nuestro desarrollo; seguir aprendiendo.
- Trabajar en nuestras habilidades interpersonales. Ser bueno trabajando en equipo, ser confiable.
Cómo desarrollar buenos hábitos
Hablamos ya de qué son los hábitos, dijimos que pueden desarrollarse y dimos varios ejemplos. Ahora llegamos a la parte interesante: el cómo. Aquí tienes algunos tips basados en el libro de Hábitos Atómicos. Ideas a considerar:
Empieza con cosas pequeñas, pero sé constante. Al principio podrá parecer que no avanzas, pero llegarás a darle la vuelta. No te enfoques tanto en el objetivo final sino en el proceso y confía en él. Inevitablemente conseguirás el éxito. Mejorar tan sólo 1% a diario cuenta muchísimo a la larga.
Analiza las pequeñas decisiones de tu día a día. ¿Te están llevando a donde quieres o te están alejando de tu meta? Enfoca tus esfuerzos en tu sistema para llegar a la meta.
Pregúntate a ti mismo: ¿qué tipo de persona podría conseguir lo que quiero? En consecuencia, decide el tipo de persona que quieres ser y vela construyendo con pequeñas victorias.
4 pasos para crear buenos hábitos
- Hazlo obvio. Hay que ser claros y específicos. Decir algo como: “Yo voy a hacer [tal cosa], a [esta hora] en [este lugar].” Incluso puedes colgar tu nuevo hábito de un hábito viejo, por ejemplo: “Cada vez que haga [hábito viejo] haré [hábito nuevo].
- Hazlo atractivo, que la recompensa sea llamativa, que te genere dopamina el conseguirla. Puedes usar la estrategia de unir en un combo algo que tienes que hacer con algo que quieres hacer.
- Hazlo fácil. ¿Quieres leer más? Pon un libro sobre tu almohada cuando termines de tender tu cama. Ten presente que es más importante el número de repeticiones que el tiempo que le dedicas. Recuerda, los humanos gravitamos hacia la ley de menor esfuerzo. Que en un inicio tu nuevo hábito no te lleve más de dos minutos.
- Hazlo satisfactorio. A mayor satisfacción es más probable que hagamos mayor repetición. Busca que haya una recompensa inmediata, que tu acción te haga sentir exitoso aunque sea en pequeña medida.
Conclusion
Mucho se ha quedado en el tintero al hablar de hábitos. Faltó, por ejemplo ahondar en los hábitos negativos o cómo eliminarlos. Si te interesaría leer al respecto, háznoslo saber. Pero sí nos enfocamos en lo positivo: buenos hábitos en el trabajo y cómo crearlos. Y recuerda, en Coacharte tenemos talleres y cursos relacionados con el desarrollo de Soft Skills que pueden ayudar a tus empleados a lograr ese crecimiento que impactará positivamente en tu organización. ¡Contáctanos! Te atenderemos con gusto.